Compartimos el mismo presente, pero bajo
la distancia de dos almas que coincidieron
tan solo en el momento de este tiempo.
Ojalá pudiese marchar allá donde estás tú,
tenerte en frente con la apariencia de tus
veinte años. conocernos. Aprovechar la
coyuntura de tu juventud, transmutando mi
vejez para que me observes tras la
comodidad de tú lozanía.