Él sabía que la contemplaría hasta el final
de sus días, imperecedero, de la misma
forma que comprendía que ella jamás sería
consciente no de su presencia o de su
existencia porque la vivía pero para ella, al
igual que para nosotros, él jamás será
tangible, perceptible, material o palpable
… tan solo las agujas de los relojes son
capaces de medir su ritmo, pero con la
ineptitud de medir los latidos de su
corazón, y es que el tiempo… también
ama.
Tiene la capacidad de recordarlo todo, de
guardarlo y almacenarlo, y para que todo
tenga sentido luego lo escribe.