No es debilidad ni es cobardía el motivo
de tu llanto. No te aflijas por los
momentos vividos, o de las veces que has
adorado, no hagas que tu mente asfixie al
entendimiento, ni aceptes los consejos de
un amigo descuidado.
… Vivimos evocados a sentimientos
del pasado, que aun en nuestras almas
confinamos. Somos sufridores, grandes
amantes, enamorados…