Quise inmortalizar y plasmar la pureza de
tu alma, la candidez de tu mirada, el
sosiego de tu voz, la paz que expresan tus
palabras, la hermosura echa sonrisa, la
elegancia en cada uno de tus gestos, de tus
andares y movimientos. Te observo y tu
piel es el reflejo iluminado de la luna.
… Tu presencia y tus recuerdos ya habitan en
el firmamento, condenándome dulcemente
cada noche a verte..